18 de noviembre de 2011 El cuervo, Edgar Allan Poe Una vez, al filo de una lúgubre media noche, mientras débil y cansado, en tristes reflexiones embebido, me inclinaba sobre un viejo y raro libro de olvidada ciencia, cabeceando, casi dormido, se oyó de súbito un leve golpe como si suavemente tocaran, tocaran a la puerta de mi cuarto. "Es- dije musitando- un visitante tocando quedo a la puerta de mi cuarto. Eso es todo y nada más"... |
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